Hormiga Carpintera
Las hormigas carpinteras se encuentran entre las especies de hormigas que más se ven en el interior y exterior de la casa. Son por lo general grandes y de color negruzco a muy oscuro, presentando bandas muy tenues de color grisáceo en el abdomen.
Las obreras forrajeras tienen mandíbulas bastante grandes, con las que pueden morder o dar un pellizco fuerte.
Estas hormigas excavan galerías en la madera, de aspecto limpio y liso.
Estas galerías generalmente las cavan en madera húmeda o podrida, aunque también lo pueden hacer en la madera sana. Las hormigas carpinteras no utilizan la madera como alimento, únicamente para hacer sus nidos.
Pueden entrar a las casas en los leños, rama de árboles y alambres que estén en contacto con las paredes estableciendo posteriormente sus colonias en las puertas, marcos de las ventanas, techos, chimeneas u otras áreas que tengan cavidades.
Las hormigas carpinteras hacen sus galerías en sentido de la veta de la madera y prefieren seguir las áreas más suaves de las mismas. Los pequeños fragmentos de madera que resultan de la excavación son cargados y depositados en el exterior. Algunas veces se forman pequeños montículos en forma de cono debajo de las entradas al nido. Estos montículos son de gran ayuda, durante la inspección, para localizar el nido.
La dieta de la hormiga carpintera incluye una gran variedad de animales y plantas. Se alimentan de otros insectos vivos o muertos y de casi todo lo que consume el humano. La secreción dulce de los pulgones es muy atractiva. También se alimentan de dulces y comida que encuentran en la cocina y alacenas incluyendo: miel, gelatinas, azúcar, carne, manteca y grasas.
Sus actividades al hacer sus nidos suelen debilitar las estructuras de las construcciones debiéndose efectuar el recambio de la madera afectada.
Características, aspectos biológicos y hábitos.
Las hormigas tienen una gran adaptación a distintos medios, motivando que se conviertan en una especie endémica. A través de su observación, registran un interesante entramado social donde conviven en colonias de variada población.
En ellas, cada miembro posee una función y un trabajo específico con el fin de asegurar la supervivencia del conjunto.
Se destacan dos castas principales: las reproductoras como las reinas que producen los huevos mediante los cuales la colonia obtiene sus miembros, la otro son las obreras que realizan todas las tareas, desde la obtención de alimentos, el cuidado hacia la reina, la defensa contra enemigos de la colonia, la higiene general y hasta el retiro de los miembros que mueren por longevidad o por algún efecto físico. En el submundo de las hormigas, son las obreras las que llevan la pesada responsabilidad de asegurar la continuidad de la colonia.
De acuerdo a cada especie, existen diferentes formas de generar un nuevo asentamiento como veremos mas adelante.
La metamorfosis de todas las hormigas es completa ya que transita por los cuatro estadios de evolución: huevo, larva, pupa y adulto.
Algo que siempre a despertado interés en los investigadores es la comunicación de entre pares de una colonia.
Por ejemplo, a través de diversos mecanismos y usos de sus sentidos logran segregar feromonas para anunciar peligro, marcar ruta, o bien atraer al sexo opuesto.
También lo hacen mediante campos visuales, auditivos o palpaciones de sus antenas y patas, bien podríamos aseverar que no hablan pero se entienden a la perfección. Su régimen alimentario varía según la especie, poseen un gusto muy variado, selectivo y hasta refinado.
Su reproducción llega con la primavera y la temperatura media ideal debe oscilar entre los 15º y 25º para su pleno desarrollo .Del ovario de la reina surgen huevos de donde nacen larvas especialmente nutridas que originan machos y hembras aladas que abandonaran el hormiguero para realizar el vuelo nupcial (se puede observar en la zona geográfica del Gran Buenos Aires entre los meses de Noviembre a Marzo) donde la hembra fecundada de por vida regresará para ampliar su propio nido o fundar una nueva colonia. Éste proceso biológico se produce de la siguiente manera: en un divertículo del esófago, la hembra lleva consigo un trozo de micelio del hongo, lo vuelca sobre un orificio donde se desarrollará dando lugar paralelamente a la obi postura. Luego nacen las primeras obreras que tendrán a cargo las tareas vegetativas de la colonia.
En relación a los machos, éstos permanecerán dentro del hormiguero hasta su próximo vuelo nupcial. Solo los mejores dotados tendrán la posibilidad de volver a copular muriendo en forma casi inmediata, el resto irá muriendo por inanición, agotamiento o por la acción destructiva de otros insectos. Se puede afirmar que un hormiguero está constituido con toda su población a los treinta meses de implantado.
Otro dato interesante de la vida de éstos insectos, es su movilidad, sus movimientos entrecortados y en distintas direcciones, la respuesta se halla en que cada colonia posee un olor definido que las guía hasta su asentamiento de origen.
¿Cómo detectar su presencia?
Los primeros indicios son la aparición de enjambres volando en algún sector de del techo de la casa, caída de viruta minúscula, restos de hojarasca o bien hormigas deslizándose por los vértices y medianeras.
Simultáneamente se notará mucha circulación de éstas en los exteriores de la casa.
Esta especie busca generar sus asentamientos debajo de las tejas debido a que ahí se concentran óptimas condiciones de desarrollo: Oscuridad, temperatura estable, humedad y la tranquilidad de tener que luchar muy pocas veces contra otros insectos mayores.