Pulgones

En cultivos ornamentales es una de las plagas más comunes, existiendo aproximadamente más de 4000 especies conocidas.
Tienen la particularidad de no solo atacar las partes aéreas de la planta, sino también la raíz.
Son insectos pequeños , de aproximadamente 2 a 2,5 mm de longitud, tienen como característica su cuerpo en forma de “pera” y sin segmentación conspicua entre cabeza, tórax y abdomen.
Poseen patas y antenas muy bien desarrolladas; pudiendo tener alas o no, de tenerlas son dos pares membranosas, traslúcidas y con pocas nervaduras, en plantas de invernáculo por lo general predominan las formas ápteras.
Poseen aparato bucal picador-suctor con el cual extraen los jugos vitales de la planta. Usualmente se reproducen por partenogénesis, en la cual todos los individuos son hembras, sin necesidad de copular con el macho.
Bajo condiciones de invernáculo son generalmente vivíparos, o sea que la hembra coloca ninfas y no huevos.
En los dias cortos de otoño, por debajo de las 10 horas luz, al aire libre pueden producir huevos.
Tienen una gran capacidad para desarrollar resistencia a los insecticidas en general.
Citamos a las dos especies frecuentemente encontradas sobre plantas ornamentales: Macrosiphum rosae, “pulgón rojo del rosal” de amplia distribución en rosáceas; se ubica en los pimpollos y brotes jóvenes. Provoca enrulamientos, caída de hojas y deformaciones de botones florales con fuerte disminución de la producción de flores.
Myzus persicae, “áfido del duraznero”, de gran difusión en plantas herbáceas, produce rizamientos y deformación de hojas.